El uso de aceites naturales con fines cosméticos cobra cada vez más importancia. Aunque no lo creas, nuestros antepasados hacían uso de estos aceites desde la antigüedad. Por no ir más lejos, las tribus africanas se declararon fans del aceite de argán por sus múltiples beneficios cosméticos y sus propiedades antienvejecimiento. Sin embargo, hoy en día existen falsos rumores sobre el uso de aceites faciales por supuestas apariciones de brotes de acné en la piel. ¿Quieres saber más? aquí te lo contamos.
Las que probamos los aceites faciales nos enamoramos. Y cómo no enamorarnos si es que son una autentica maravilla, sus beneficios son infinitos: hidratan a profundidad, ayudan a mitigar las líneas de expresión, aumentan la luminosidad del rostro y sobre todo son anti-edad. Empecemos a desmontar los mitos alrededor de los aceites faciales:
Mito 1: Causan granos
Este probablemente es el mito más popular en cuanto al uso de aceites faciales. Los aceites faciales de calidad, de primera presión en frío, como el de argán, son productos altamente efectivos a la hora de eliminar la suciedad acumulada en los poros de la piel, minimizando su apariencia. Ver más: Tratamiento natural para el acné con aceite de argán
Si sufres de acné debes prescindir de aceites faciales comedogénicos como los sintéticos o los minerales, y aquellos que contengan fragancia añadida y conservantes, por lo que es recomendable leer atentamente su composición antes de su empleo.
Mito 2: No se absorben rápidamente en la piel
Los lípidos de la piel tienen gran afinidad por otros lípidos (es decir, los aceites) por lo que no solo se absorben rápidamente, sino que además tienen una gran capacidad de penetración, consiguiendo que sus activos actúen en las capas más profundas.
Mito 3: Las personas con piel grasa no pueden usar aceites faciales
El uso de los aceites faciales adecuados puede ayudar a controlar a controlar la piel grasa, de hecho están recomendados para todo tipo de pieles. Ya sabemos que puede sonar contradictorio usar aceites en pieles que ya de por si tienden a ser brillosas, sin embargo si usas los correctos no tendrás ningún problema. Además de regular la producción de sebo durante los momentos en los que la piel se siente grasa, también se encargan de regular su inflamación durante las horas en las que esta se encuentra más seca.
Mito 4: No son tan efectivos como los cosméticos antienvejecimiento
Esta afirmación es completamente falsa. Los aceites faciales se encargan de restaurar, mantener y fortalecer la hidratación de la piel, que absorbe mejor los nutrientes regeneradores que reducen los signos de envejecimiento prematuro. Los buenos aceites faciales están repletos de antioxidantes que previenen el daño de la piel por parte de los radicales libres. Las pieles secas o dañadas por el sol agradecerán la acción de aquellos aceites enriquecidos con vitamina E como el aceite de argán.