Desde hace siglos las mujeres bereberes producen aceite de argán para el cuidado de su piel y su cabello. Al igual que el té que se sirve a los huéspedes, el aceite de argán junto a un plato de miel es un signo de hospitalidad entre esos pueblos.
El aceite de argán Kaf es auténtico aceite de argán natural para la cosmética, sin mezclas ni aditivos, tal y como se produce en origen, por las propias mujeres bereberes y con certificado ecológico.